La fábrica de porcelana es la compilación de un curso taller dictado por Antonio Negri en el Collège Internacional de Philosophie durante 2004 y 2005.
Aquí Negri continúa con la indagación de todos los libros anteriores a partir del publicitado Imperio y su secuela Multitud.
El libro se plantea como el comienzo de una nueva y grandiosa empresa, la construcción de una gramática de la posmodernidad, o una nueva gramática de la política a partir de las nuevas formas de explotación salarial y de un nuevo concepto de revolución que es definido así: “la revolución es una aceleración del tiempo histórico, la realización de una condición subjetiva, de un acontecimiento, de una apertura cuya convergencia es hacer posible una producción de subjetividad irreductible y radical”. No es preciso aclarar que todo el libro carece de un anclaje objetivo y real sobre una base que le permita a Negri dar algún ejemplo de este juego de palabras.
Este intento de proponer un nuevo lenguaje político para una nueva ontología de la democracia y del amor basados en la multitud no le agrega a los textos clasicos del socialismo ni un solo párrafo rescatable.
Desgraciadamente nos volvemos a encontrar con otro mamarracho de Negri que a pesar de retomar algunos de los planteamientos de la biopolítica de Nietzcshe y Foucault, o de nombrar el erotismo en Bataille, no logra imponerle a su pensamiento la potencia que los conceptos necesitan para explotar y convertirse en algo más que el incoherente y tullido intento de comprender los cambios en la lucha de clases, para ni siquiera proponer un atizbo de estrategia revolucionaria.
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